Habilidades blandas: qué son y por qué son importantes

Las competencias blandas (soft skills), se refiere a las características y competencias personales que muestran cómo una persona se desenvuelve con los demás. Es una similitud de habilidades sociales o habilidades interpersonales.

El mayor reto que tienen hoy en día las empresas es conseguir que las instrucciones de la Dirección acaben llevándose a cabo tal y como se planearon. El “middle management” o mandos medios, son los encargados de hacer que esto suceda y el nivel operativo es quien ejecuta la acción final. 

Muchas veces esos mandos medios no cuentan con las competencias o habilidades necesarias para ejercer ese liderazgo de manera eficiente, lo que resulta en objetivos no alcanzados.

Pero, ¿qué son las competencias?

Una competencia es, según el diccionario de la Real Academia Española, una “Pericia, aptitud o idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado”.

Las competencias se dividen en personales y laborales. En el mundo laboral, las competencias son aquellas habilidades, fortalezas o virtudes que nos permiten desarrollar nuestro puesto de una forma más profesional.

Las competencias suaves o “soft skills” son habilidades personales que poseemos y que se pueden utilizar en cualquier campo en el que nos desempeñemos y que nos ayudan a interactuar con los demás.

Habilidades duras versus habilidades blandas: ¿cuál es la diferencia?

Las habilidades duras

Las habilidades duras son habilidades de enseñanza o conjuntos de habilidades que son fáciles de cuantificar. Por lo general, aprenderá habilidades duras en el aula, a través de libros u otros materiales de capacitación, o en el trabajo.

Estas habilidades duras a menudo se enumeran en su carta de presentación y en su currículum y son fáciles de reconocer para un empleador o reclutador. Habilidad dura incluye:

  • Dominio de un idioma extranjero.
  • Un título o certificado
  • Digitando rapido
  • Máquina de operación
  • Programación de computadoras

Las habilidades blandas

Las habilidades blandas, por otro lado, son habilidades subjetivas que son mucho más difíciles de cuantificar. También conocidas como «habilidades de las personas» o «habilidades interpersonales», las habilidades blandas se relacionan con la forma en que te relacionas e interactúas con otras personas.

A diferencia de las habilidades duras, es difícil señalar evidencia específica de que posees una habilidad blanda. Si un empleador está buscando a alguien que conozca un lenguaje de programación, puede compartir su calificación en una clase o señalar un programa que creó usando el lenguaje.

Pero, sí existen herramientas para demostrar que tiene una ética de trabajo y también habilidades blandas, cómo nuestro diagnóstico de competencias individual y a nivel empresa.

Las principales habilidades blandas

Cuáles son las habilidades blandas más buscadas hoy en día?

  • Comunicación y Escucha activa. Un líder es más productivo cuando sabe cómo comunicarse con sus compañeros. Tener una buena comunicación con su equipo de trabajo es fundamental, saber comunicar sus ideas y recibir las de los colaboradores es parte clave.
  • Liderazgo. Liderar no es tarea fácil, no solo implica dar una instrucción, va más allá. Se trata de saber motivar al equipo y lograr potenciar sus habilidades al máximo. 
  • Planificación y Gestión del tiempo. Una buena planificación de las tareas diarias y una óptima organización  ayudará a que el tiempo del equipo rinda para realizar las actividades correspondientes. 
  • Trabajo en equipo. “La unión conlleva al éxito”. Saber trabajar en equipo es hoy en día una habilidad indispensable para todos. Si los miembros de su equipo son individualistas será difícil lograrlo. 
  • Flexibilidad. En su equipo necesita colaboradores que sean flexibles, que puedan adaptarse a los cambios y mantener la organización actualizada.
  • Toma de decisiones. La toma de decisiones es algo que hacemos todos en nuestra vida cotidiana, ya sea a nivel profesional o personal. Necesitas colaboradores que sean “solucionadores de problemas”, que sepan tomar la decisión correcta aún en situaciones complicadas. 
  • Orientación a resultados. Consiste en dirigir todos los actos de una empresa para alcanzar una meta. Los colaboradores deben conocer las metas y objetivos a los que se quiere llegar para así aumentar su compromiso. 
  • Negociación. Es la habilidad de llegar a un acuerdo entre dos o más partes. Tus líderes deben saber que siempre hay opciones que beneficien a ambas partes.

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